miércoles, 22 de junio de 2011

INTERESANTE ARTICULO

Enseñar, formar y educar
Cuando un entrenador le grita al árbitro del partido "ladrón de mierda" y este le expulsa es algo que podemos entender, aunque no aceptar. Si en ese mismo partido un jugador, instruido por ese entrenador, realiza una entrada criminal a un rival y el árbitro también lo expulsa estamos ante un problema de educación deportiva. Ambas situaciones son criticables, pero en este caso acumulan la gravedad de que los dos hechos sucedieron en la final de un torneo internacional de equipos infantiles (niños de 13-14 años) disputado en León.  Lo negativo siempre destaca sobre lo positivo, parece que es más noticiable. No siempre debe ser así. Por eso quiero contraponer a esta lamentable noticia fechada en León el maravilloso gesto del entrenador y los jugadores del alevín del Sevilla CF, que después de ganar al Espanyol la final de un torneo disputado en Azpeitia, decidieron renunciar al trofeo y entregárselo a los perdedores argumentando que sus rivales habían jugado mejor y que por tanto se merecían levantar la copa. Dos noticias con el fútbol de formación como protagonista y dos realidades. El mal y el bien representado en el mismo deporte, practicado por niños y gobernado por adultos.
La noticia mala tiene una crónica con nombres propios: "El FC Barcelona se proclamó brillante campeón de la décima edición del Trofeo Reino de León tras imponerse en la final a un rácano y especulativo Oporto por 3-0, en un partido dominado por el equipo azulgrana que fallo incluso el lanzamiento de un penalti cuando ya vencía por dos goles de diferencia." Después del fallo del penalti, el entrenador del Oporto, Antonio José dos Santos Folha, no pudo contener su rabia y delante de sus chavales empezó a gritar "ladrón de mierda" al árbitro. La expulsión del entrenador (ex jugador del Oporto en la década de los noventa y también internacional portugués) venía precedida de la expulsión de su segundo, Nuno Baptista, en las semifinales de esta misma competición al proferir insultos contra el colegiado. Para completar la penosa noticia la crónica dice: "En una nueva demostración de poca deportividad y no saber perder vieron como Sandro (Oporto) no pudo terminar el partido al ser expulsado por una entrada tan brutal como violenta sobre Sergi Canós (FC Barcelona), jugador que se había convertido en una auténtica pesadilla para la zaga blanquiazul". Los hechos fueron contados, en directo, por la reportera Lidia Blanco de MarcaTV.
[El increíble gesto del alevín del Sevilla con el Espanyol]
La noticia buena tiene un titular: "El Sevilla gana en los penaltis y entrega la Copa al Espanyol". Un entrenador-educador, Ernesto Chao, que reúne a sus jugadores alevines al acabar la final de un torneo en Guipúzcoa, después de ganar en la tanda de los penaltis (el partido acabó 4-4) y les propone "Ellos han jugado mejor la final y el torneo, y son más jóvenes que nosotros. ¿Qué os parece si les damos el trofeo porque se lo merecen?". La respuesta de sus niños es afirmativa, piden permiso a la organización, se lo conceden y el entrenador del Espanyol, David Fernández se queda estupefacto: "Ha sido un gesto increíble. Llevo algunos años como entrenador, pero nunca había vivido una situación igual. Es digno de elogiar, porque hay pocos que puedan tener un detalle como éste". Algunos pensarán que lo que se gana en el campo no se regala, pero creo que el objetivo en las categorías inferiores es enseñar, formar, educar y preparar. Se trata de formar a los chicos como personas y prepararles para entender las reglas de comportamiento, para que conozcan el deporte como un juego, donde unas veces se gana y otras se pierde. Mal el entrenador y su pupilo portugués y sensacional los formadores del Sevilla. Felicidades Monchi.
Por cierto, tuve la tentación de enlazar este articulo con la forma de entender el fútbol que tiene Mourinho, pero hoy no me apetece hablar de ese portugués.